Add parallel Print Page Options

33 El padre la reconoció de inmediato.

―Sí, es la túnica de mi hijo. Algún animal salvaje destrozó a mi hijo y se lo comió.

34 Entonces Israel rasgó su ropa y se vistió de ropas ásperas e hizo duelo por su hijo, y lo lloró durante varias semanas. 35 Toda su familia trató en vano de consolarlo. Pero él decía: «No dejaré de llorar hasta que muera y me reúna con mi hijo». Y seguía llorando.

Read full chapter